miércoles, 15 de abril de 2009

Gran Torino




Risas y lágrimas. Pasión y reflexión. Pena e incertidumbre. Muchas carcajadas, angustia y temor. Cine. La madurez de un director ya maduro. La consagración... La confirmación de su talento. Actor, director... multifacético personaje. Admirable. Clint Eastwood. Gran Torino, una obra maestra de nuestros tiempos...










viernes, 10 de abril de 2009

Brick Lane




“Padre, perdónalos porque
no saben lo que hacen.”
Jesús

A veces pienso que ninguna persona de este lado del mundo tiene la autoridad de hablar sobre “los otros”. Luego reflexiono un poco y me doy cuenta que cualquier persona tienen el derecho (aunque no necesariamente la autoridad) de hablar de lo que se le venga en gana.

Cuando veo películas como Brick Lane me doy cuenta que a veces algunos méritos conseguidos en cuestiones de forma, se opacan casi en su totalidad por cuestiones de fondo. Un filme bien llevado se pierde debido a una débil y floja postura sobre el tema a tratar.


I.

Brick Lane es una calle de Londres donde se concentra la mayoría de inmigrantes bengalíes. El nombre de este lugar le dio título a la primera novela de Monica Ali, que unos años más tarde tuvo una adaptación cinematográfica bajo el mismo nombre y dirigida por Sarah Gavron.

El filme cuenta la historia de Nazneen, una chica de 17 años que debe abandonar su hogar en Bangladesh por un conjunto habitacional en la calle Brick Lane, en Londres. Su matrimonio (la razón por la cual va a Londres), como es de suponer fue algo forzado. Ahora ella debe adaptarse a esa nueva vida en un lugar ajeno, soportando a su “poco atractivo” marido y cuidando a sus dos hijas. Dentro de todo, ella empieza a darse un espacio para sí misma gracias a que empieza a descubrir el amor.

En las primeras escenas del filme, se establecen las reglas de juego. Reglas que luego ella debe aprender a romper para que avance la historia. Nos damos cuenta que no va a poder seguir su voluntad, no va a poder tomar decisiones libremente, porque la vida es presentada como algo a lo que una mujer no se puede enfrentar. Pero es significativo que quien le enseña todo esto, la madre, apueste por el suicidio.

Del mismo modo como se fue la madre, sin una emotiva despedida, Nazneen también parte hacia Inglaterra. Su hermana es la única quien sufre esta separación, y también es la única a quien Nazneen extraña.

Su recibimiento en occidente es muy típico. Su nuevo entorno es frío e indiferente. Ella nunca llega a acomodarse, pese a estar en un vecindario de inmigrantes. Constantemente recuerda a su hermana y a su hogar. No disfruta mientras su marido le hace el amor. Ella parece ser el punto medio entre sus dos hijas. La menor es quien sigue su religión y su cultura, la mayor es la que usa faldas cortas y parece darle la espalda a su cultura a favor del mundo moderno occidental.

Hasta este momento, el filme parece estar guiado bajo las siguientes palabras de Nazneen: “We must not run from our fate. What cannot be changed must be borne. The test of life is to endure” (“No debemos corrernos de nuestro destino. Lo que no podemos cambiar debemos soportarlo. La prueba de la vida es soportar.” –la traducción es mía–). La vida de Nazneer es solo padecimiento y su tradición es la que la obliga a soportar.

Es a raíz del encuentro con una vecina donde se inicia el segundo momento del filme. Ella, gracias a su nueva maquina de coser, empieza a generar algunos ingresos para el hogar (justo en el momento en que el esposo pierde su empleo) y también empieza a destruir ese orgullo del esposo, por el cual las mujeres no deben trabajar. Este nuevo trabajo que ella realiza también podemos decir que la “abre” hacia occidente (gracias a la relación que va a iniciar con Karim).

Este chico Karim simboliza la liberación ofrecido por occidente hacia los orientales. Es a raíz de los encuentros con él que el filme va a perder ese toque frío e indiferente y va a sumergirse en sus mejores momentos. Poco a poco vamos a ver como Nazneen empieza a remplazar sus tradiciones (y a su marido) por este nuevo joven que le va a dar un sentido a su vida.

II.

En base a todo lo narrado, vamos a empezar a tratar algunos problemas que aborda el filme (no problemas formales, sino problemas de fondo, de contenido).

La escena en la que se resume todo el filme es cuando Nazneen se acerca al vidrio de la puerta, después de despedirse de Karim, y ve la sombra de Karim ahí (el muchacho todavía no se había ido). Ambos se toman de la mano, pero el vidrio los separa. Ella coloca su mano donde ve la sombra de la mano de él.

En esta escena vemos a los dos mundos, occidente y oriente, completamente separados. Pero eso no es lo más importante. La cámara se coloca del lado de Nazneen, detrás de ella. En cambio, de Karim solo podemos ver su sombra (él está detrás de la puerta). ¿Qué es lo que ocurre acá? No es que el filme solo emplee la perspectiva de Naznen para narrar la historia. Es al revés. Se narra desde los ojos de Nazneen, pero desde una Nazneen creada como contraposición a Karim. Y Karim, desde un lugar en el que no podemos verlo, es quien realmente construye la narración. En otras palabras, Karim (occidente) construye al personaje de Nazneen (oriente) como opuesto al suyo, en contraposición al suyo, y nos hace creer que es Nazneen quien nos narra la historia, cuando realmente es él, desde su punto de vista y con sus intereses subyacentes, el que lo hace.

Así se explica la visión negativa de los bengalíes en este filme. Esta controversia ya la había causado la novela cuando apareció allá por el 2003. Los bengalíes son retratados como bárbaros, en contraposición a la ciudad civilizada.

Nazneen es un personaje subalterno y como tal una construcción de Karim. Karim representa para ella valores como la libertad, modernidad y progreso. Por eso ella es feliz solo a partir del momento en que lo conoce. Recordemos que ella siempre vive contra su destino. Desde que nació, su destino era la muerte, y así tuvo que aprender a vivir. El destino también le juega una mala pasada cuando encuentra el amor, ya que es justo en ese momento cuando el marido decide el viaje de regreso a Bangladesh. Sin embargo, el filme nos muestra que su destino termina bien, y esto solo podía ser quedándose en ese lugar “tan maravilloso” como es Inglaterra (Recordemos la burla de su hija mayor porque en Bangladesh no va a poder cepillarse los dientes). Además su esposo se marcha y la deja al mando de la familia, rompiendo con ese orgullo que proclamaba al principio. No solo va a vivir en Inglaterra, sino que va a asumir el reto de ser una madre independiente y moderna.

Esta liberación que representa Inglaterra era algo que Nazneen ocultaba. Recordemos que ella empieza a probarse, a escondidas, los vestidos que hacía. Así, la modernidad es vista como una tentación tan grande ante la cual nadie puede aguantarse. Occidente, con sus valores modernos y “superiores” se presente como el lugar ideal para vivir.

La imagen de los “otros”, de los bengalíes como bárbaros, se resalta cuando, tras los atentados del 11 de setiembre, los bengalíes quieren contestar a los ataques racistas del pueblo inglés mediante la fuerza (el terrorismo). También debemos recordar que ellos se engañan entre ellos mismos. Cuando el esposo de Nazneen le compra una computadora (para poder acceder al mundo) a una de sus vecinas, queda como un tonto ya que ella le va a cobrar intereses durante toda su vida. Aquí incluso hay una corrupción de las tradiciones bengalíes, tal como nos lo demuestra Nazneen cuando esta señora va a cobrarle y ella la ahuyenta.

Todo esto es una fantasía. Es una construcción de occidente, para occidente y desde occidente. Se le atribuyen a los bengalíes los valores opuestos sobre los cuales occidente pretende definirse a sí mismo. Nazneen no piensa por sí sola en este filme, ella simplemente reproduce estereotipos que occidente quiere ver para sentirse una cultura superior.

Un hecho significativo es lo que sucede con el personaje del esposo. Un bengalí que se apasiona por la filosofía y la literatura occidental. Sin embargo, mientras más lee y más se “culturiza” vemos que sigue siendo un tonto. Esto lo dice una vecina cuando Nazneen le cuenta que él le ha comprado una computadora a la otra vecina. Al parecer, no puede desprenderse de algunos anti valores, tradicionales del pueblo bengalí, y por ende termina volviendo a su país. Aunque esto se da de una manera contradictoria ya que deja a su mujer al mando, rompiendo con su tradición. Además este acto demuestra cierta tolerancia de su parte, valor proveniente del lado occidental, por supuesto.

La verdad es que no sé si estos argumentos sean validos para justificar las virtudes o desaciertos de un filme. Simplemente, después de ver el filme, me dio ganas de decir esto.


sábado, 4 de abril de 2009

El otro lado de nuestra cocina

Después de ver a las políticas más lindas del mundo, donde nuestra Luciana León está luchando por el primer lugar, creo que es válido proponer un nuevo ranking. Es cierto que la comida peruana es una de las más deliciosas, que poco a poco está adquiriendo el lugar que le corresponde y que el Perú es un paraíso de los amantes del buen comer. También es cierto que todo esto se da en un contexto de pobreza y donde mucha gente aún no tiene qué comer. Lo que yo les propongo es algo distinto. En nuestros restaurantes, no todo lo bueno es la comida...

1. Vanessa Siragusa
Chef del restaurante Dánica. Vanesa no solo posee una reconocida sazón, ni una amplia experiencia en internacional. Después de ver esta foto, debe ser reconocida como nuestra cocinera más linda.

2. Jana Escudero
Chef del restaurante El Grifo. Jana intentó montar un restaurante sobre la base de una antigua estación de gasolina de su familia y el día de hoy debemos reconocer que su visión fue un éxito. Su deliciosa comida hace que a la hora de almuerzo sea casi imposible encontrar una mesa en este lugar. Pero queda claro que lo mejor de este lugar no es solo el Cheesecake de Toblerone ni los Tallarines a la Huancaina...

3. Astrid Gutsche
Chef y parte del imperio culinario creado junto a su esposo, Astrid & Gastón, La Mar, T´anta, Pasquale Hermanos, La Pepa y Panchita. No es peruana, lo sé, pero es casi como si lo fuera.