jueves, 1 de mayo de 2008

Bosé, un divo que hizo vibrar Lima (Una reseña del concierto de Miguel Bosé)

Con la seducción y el encanto de un amante bandido que ya paso la barrera de los 50, Bosé enamoró a casi 15 mil almas, en una noche que será difícil de olvidar. Un repertorio que incluía sus temas de hoy y de ayer, hizo que unos recordaran aquellas épocas ya muy lejanas e hizo también que otros recordaran épocas en las que ni siquiera habían nacido. Temas como “Morena mía”, ”Morir de amor” y “El hijo del capitán trueno” se encargaron de que nadie tomara asiento a lo largo de la noche y crearon una conexión entre el divo y su público que no muchos artistas son capaces de generar.

La cita era para las 8, pero a esa hora la explanada del Estadio Monumental solo albergaba a la mitad de su capacidad. Mientras tanto “Los chistosos” salieron al escenario para animar a la gente. Eran las 8:30, cuando el artista español apareció en el escenario vestido totalmente de negro. Para ese momento, la explanada del estadio ya se había llenado casi en su totalidad. La gente se puso de pie para nunca más volver a tomar asiento.

Bosé, en conversación con su público, nos invitó a acompañarlo en una travesía por su viejo repertorio. "Sujétense fuerte que el barco ya empieza su travesía" fueron sus palabras. Así fue como el público se enamoró al poder escuchar los primeros versos de “Te amaré”.

Así transcurrió toda la noche, entre baladas que se paseaban por el público arrancando suspiros y atrevidos y sugerentes bailes que generaron el éxtasis total. Vale recordar una frase que Bosé pronunció durante el concierto: “Nunca dejes de cantar Lima”.

Finalmente sucedió lo que nadie quería, Bosé se despidió. No sin antes dejarse convencer por el público varias veces para que cante una y otra canción más. Así pudimos escuchas “La belleza”, “Olvídame tú”, “Amante bandido” (finalmente el tema que el público nunca paro de pedir) y “Nena”. Luego vino “Sol forastero”, y en su última despedida, tras colocar sus manos en forma de cuernos generando los últimos y quizá los más fuertes gritos de toda la noche, llegó “Don Diablo”. Lima se despidió de Bosé mientras él cantaba “no tiene moral y es difícil de saciar;le gusta, y todo lo da…” y el público no dejaba de bailar.

Así fue como el divo y su público “celebraron algo que han construido juntos desde hace treinta años”. Lima quedó satisfecha con el Papitour y también quedó convencida de que pese a toda las exquisiteces del divo durante su estadía en la ciudad, él nunca va a dejar de agradecer a sus fanáticos ya que es muy consciente de que es lo que es gracias a ellos. Así como tampoco se va a olvidar de su labor por un comercio más justo en el mundo.

Bosé ya no es el de antes. Ya no es el de Tacones Lejanos, ahora es mucho más maduro. Pero es esta madurez la que le ha enseñado que tiene que ser él mismo. Sin importar lo que la gente piense de él (especialmente aquel sector de “machos” ultra conservadores), a estas alturas de su carrera Bosé sabe que sus admiradores lo adoran tal cual es. Ya no es necesario que sea ese juez por el día y esa drag-queen por la noche (como en la recordada película de Almodóvar de principios de los 90). Ahora, más libre que nunca, debe fusionar ambos papeles para poder ser él mismo. Esa gran div@ que es Miguel Bosé.





Un video casero de "Amante bandido".

P.D. Tras su primera despedida, Bosé reapareció con una camisa blanca.

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