
Con tantas estrellas en escena no había pierde. Ben Affleck, Jennifer Aniston, Drew Barrymore, Jennifer Connelly y Scarlett Johansson. Solo eso ya era necesario para recaudar varios millones, incluso sin la necesidad de ver el filme. Pero bueno, fui a verla y debo admitir que no la pasé mal.

Así suceden una serie de entretenidos enredos, respaldados bajo un buen guión, que hacen de esta película una divertida comedia romántica. No todo es bueno, lo sé. Pero a grandes rasgos el filme consigue su objetivo: que la gente vaya al cine y que de paso también se ría un poco.
Un problema con el filme fue su falta de constancia. Por momentos se alcanzaban cúspides en la intensidad que cuando se sucedían de puntos mucho más bajos daban la impresión de que el filme duraba demasiado, sin que esto sea verdad.

Entre las escenas más destacadas, podemos mencionar a una acertada Mary (Drew Barrymore), que rodeada de compañeros de trabajo gays, se emociona al escuchar un canción romántica dedicada a ella por un mensaje de voz del contestador. El siguiente mensaje es una nueva canción, pero dedicada a otra mujer, seguida de una frase algo así como: ¡Uy! ¡No! ¿Qué número marqué?
Otro punto a destacar es el aprendizaje de los personajes durante el

Es verdad, todo esto es contradictorio con el final del filme. Aunque no sea del todo malo, los finales felices siempre conmueven, son una formula que nunca falla; pero esto no es del todo consecuente con la narración. Al parecer ese es el precio que hay que pagar si uno quiere ver una película repleta de estrellas del mundo de Hollywood.

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